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Aprendizaje por competencias

Durante un tiempo en el ejercicio de mi carrera como médico y como ortopedista me desempeñe en el ámbito de la docencia, impartí materias relacionadas con la morfología del aparato locomotor, es decir la forma tanto macroscópica como microscópica de las estructuras que nos mueven, es decir los huesos, articulaciones, músculos, tendones, ligamentos, también estuve tratando de enseñar algo de ortopedia y traumatología, es decir las enfermedades y lesiones que afectan a esas estructuras que nos mueven, cualquiera que haya cursado un curso de anatomía se ha enfrentado al tedio, horas de lectura y repetición tratando de aprender información a montones, toda nueva y que parece no tener ninguna finalidad útil.

En esos felices pero difíciles días de docente entendí que la mejor manera de aprender es a través de la adquisición de competencias, es decir ingresar nuevos conocimientos más allá de la teoría, no solo aprender el nombre de los órganos y como están conformados, sino de verdad poder ubicarlo, sentirlo, reconocerlo cuando tiene función normal y cuando está enfermo; no sé qué tan fácil o que tan complejo suene para quien no tienen relación con esto que explico, pero créanme no es nada fácil, los estudiantes se quejan de la cantidad de información nueva, los docentes se sienten impotentes ante la frustración de los estudiantes, la tensión crece entre unos y otros a medida que el curso avanza y los exámenes se acercan.

En mi afán porque los futuros médicos pudieran cumplir con los objetivos que se me encargaban probé de todo, tareas, videos, exploración entre unos y otros; los resultados siempre fueron insuficientes, si interrogara de nuevo a algunos de mis exalumnos seguro estoy que recuerdan muy poco, muchos hasta creen que ni lo necesitan, no relacionan el conocimiento de la anatomía con la clínica, que concepto tan alejado de la verdad.

La patología del aparato locomotor es sumamente común, los médicos generales y a veces los especialistas no nos involucrarnos a fondo en su forma y función, si queremos ayudar a los pacientes es necesario que lo hagamos. Ahora ya no doy clase en una escuela de medicina, si lo extraño, pero me las ingenie para poder seguir educando, ahora lo hago con mis pacientes y con entrenadores, ¡la verdad es que ellos me enseñan más!, he aprendido a reconocer mi propio cuerpo a ser consciente de que músculo activo al moverme, de cual está débil, reconozco los rangos de movimiento de mis propias articulaciones, la postura, que pasa en mi cuerpo cuando camino y cuando corro, a estar pendiente de mi respiración. Si esto no es aprendizaje por competencias entonces sigo sin entender el concepto.