La primera línea de tratamiento es el ejercicio físico
¿Por qué optar por tratamiento con PEF Baja?
1. Las evidencias médicas y científicas sobre la utilidad que tiene el “ejercicio físico” en el tratamiento de enfermedades establecidas es abrumador y contundente; cuando se hace uso del ejercicio correcto, a la intensidad frecuencia y modalidad adecuada, muchos pacientes resuelven sus síntomas o los controlan, potencia el efecto de los fármacos, lo que permite la disminución de las dosis o incluso descontinuar el uso, con lo que disminuyes los efectos indeseables. Muchos médicos y estudiosos de la actividad física coincidimos en que es la herramienta más eficaz y a la mano para el tratamiento o control de esas enfermedades.
2. Al incluir el “ejercicio físico” de manera profesional y controlada es posible dar tratamiento a dolores y patologías del sistema locomotor (huesos, músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, etc.) con lo que se puede evitar realizar cirugías o posponerlas, además es de gran utilidad en aquellos pacientes que van a ser operados, puesto que favorece la recuperación o bien en los que ya fueron intervenidos y quedaron con secuelas para mejorar la función, incluso es de suma utilidad para pacientes con discapacidades definitivas para la readaptación integral de la persona.
3. Tanto en la atención personal como la de grupos la integración del “ejercicio físico” en el tratamiento y manejo de los pacientes disminuye de manera considerable los costos, al disminuir los fármacos, cirugías y hospitalizaciones. Numerosos estudios de organizaciones internacionales de salud han determinado que por cada peso que se invierte en ejercicio, se ahorran 6 pesos en gastos de salud.