No es lo mismo prescribir que recomendar
¿Qué es y quién debe realizar la prescripción del ejercicio?
En el área de la salud se define el EJERCICIO como una actividad física planificada, estructurada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar la forma física. Esta práctica se ha asociado en medicina a la prevención y al estilo de vida saludable, y en la literatura médica se sugiere como primera línea de defensa para numerosas patologías, aunada a otros cambios en el estilo de vida, sin embargo, durante la formación universitaria poco se profundiza sobre los efectos que tienen las diferentes formas de ejercitarse sobre las enfermedades de manera específica y se promueve el abordaje de los pacientes dando énfasis al tratamiento farmacológico.
En años recientes el avance significativo de las evidencias científicas y la facilidad de la difusión de la información ha desarrollado de manera exponencial el campo de la PRESCRIPCIÓN MÉDICA DEL EJERCICIO FÍSICO, esto es la planificación especializada del ejercicio como herramienta terapéutica, es decir la selección del ejercicio ideal para curar o controlar algunas enfermedades, la frecuencia, intensidad, modalidad, así como la prevención de complicaciones, el seguimiento de los resultados y la interacción con otras medidas como la dieta y la farmacopea.
Algunas condiciones médicas donde se han estudiado y obtenido excelentes resultados son: diabetes, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, sobrepeso, obesidad, artritis reumatoide, lumbalgia, tendinitis, osteoporosis, sarcopenia, síndrome de fragilidad, depresión, fibrosis quística y varias formas de cáncer.
La sistematización que se consigue con la prescripción especializada del ejercicio no debe de ninguna manera complicar la práctica cotidiana y espontánea ya que en general el ejercicio es los suficientemente seguro para la gran mayoría de los pacientes, y la valoración médica es indispensable solo de manera excepcional o cuando se quiere realizar ejercicio extremo o de competencia. En mi práctica nunca desaliento a un paciente a disminuir o eliminar ninguna forma de actividad física, salvo que haya una clara contraindicación, sin embargo siempre procuro prescribir además de su actividad favorita, ejercicio que nos ayude a conseguir las metas según el diagnóstico del paciente, esto me llevó a re-actualizarme para, además de darles indicaciones adecuadas en afecciones de sistema locomotor (puesto que mi especialidad médica es la Ortopedia) poder tomar en cuenta las comorbilidades y dar así planes integrales.
Las evidencias apuntan a que todos los médicos, independientemente del nivel de atención en el que nos desarrollemos debemos sugerir a los pacientes alguna forma de actividad, sin embargo, a la hora de usar el ejercicio como herramienta cuantificable, es requerido estar familiarizado con el área y el abordaje coordinado con entrenadores capacitados, en este contexto la participación de las autoridades de salud tiene una enorme tarea por delante.